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Alonso Cordel

PENSAMIENTOS

TODOS SOMOS PEQUEÑOS FILOSOFOS

¡HASTA MAÑANA!

      
Juan trabajaba en una planta distribuidora de carne. Un día, terminando su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo; en ese momento se cerró la puerta, se bajó el seguro y quedó atrapado dentro.
Aunque golpeó la puerta fuertemente y comenzó a gritar, nadie pudo escucharlo. La mayoría de los trabajadores habían partido a sus casas, y fuera del refrigerador era imposible escuchar lo que ocurría dentro.
Cinco horas después, y al borde de la muerte, alguien abrió la puerta. Era el guardia de seguridad que entró y lo rescato.
Juan preguntó a su salvador como se le ocurrió abrir esa puerta si no era parte de su rutina de trabajo, y él le explicó: "Llevo trabajando en ésta empresa 35 años; cientos de trabajadores entran a la planta cada día, pero tú eres el único que me saluda por la mañana y se despide de mí por la tarde. El resto de los trabajadores me tratan como si fuera invisible. Hoy, como todos los días, me dijiste tu simple "Hola" a la entrada, pero nunca escuché el "Hasta mañana".
Espero por ese "Hola" y ese "Hasta mañana" todos los días. Para ti yo soy alguien, y eso me levanta cada día. Cuando no oí tu despedida, supe que algo te había pasado... Te busqué y te encontré". 
Todos somos importantes... y dependemos de los demás.
 Todos somos importantes: desde tu Jefe hasta el que te sirve el café por la mañana. 

LA CRISIS

"LA GRAN ÉPOCA" ¿Periódico independiente americano?

Hoy en día es de buen tono hablar de sostenibilidad. Sirve como etiqueta de garantía de que la empresa, al producir, está respetando el medio ambiente. Detrás de esta palabra se esconden algunas verdades, pero también muchos engaños. Por lo general es usada como adjetivo y no como sustantivo. 

Me explico: como adjetivo se añade a cualquier cosa sin cambiar la naturaleza de la cosa; por ejemplo, puedo disminuir la polución química de una fábrica colocando filtros mejores en sus chimeneas que vomitan gases, pero la manera de relacionarse la empresa con la naturaleza de donde saca los materiales para la producción, no cambia; continúa devastando.

Su preocupación no es el medio ambiente sino el lucro y la competencia que tiene que estar garantizada. Por lo tanto, la sostenibilidad es solamente de acomodación y no de cambio; es adjetiva, no sustantiva.La sostenibilidad como sustantivo exige un cambio de relación con la naturaleza, la vida y la Tierra. El primer cambio comienza con otra visión de la realidad. La Tierra está viva y nosotros somos su porción consciente e inteligente.

No estamos fuera y encima de ella como quien domina, sino dentro como quien cuida, aprovechando sus bienes, pero respetando sus límites. Hay interacción entre el ser humano y la naturaleza. Si contamino el aire, acabo enfermando y refuerzo el efecto invernadero, de donde se deriva el calentamiento global.

Si recupero el bosque de la ribera del río, protejo el agua, aumento su volumen y mejoro mi calidad de vida, la de los pájaros y la de los insectos que polinizan los árboles frutales y las flores del jardín.

La sostenibilidad como sustantivo sucede cuando nos hacemos responsables de proteger la vitalidad y la integridad de los ecosistemas. Debido a la abusiva explotación de sus bienes y servicios, estamos llegando a los límites de la Tierra. Ella no consigue reponer un 30% de lo que le ha sido extraído y robado. La Tierra se está quedando cada vez más pobre, de selvas, de aguas, de suelos fértiles, de aire limpio y de biodiversidad.

Y lo que es más grave, más empobrecida de gente con solidaridad, con compasión, con respeto, con cuidado y con amor hacia los diferentes. ¿Cuándo va a parar esto?La sostenibilidad como sustantivo se alcanzará el día en que cambiemos nuestra manera de habitar la Tierra, nuestra Gran Madre, de producir, de distribuir, de consumir y de tratar los residuos.

Nuestro sistema de vida se está muriendo, sin capacidad de resolver los problemas que ha creado. Peor, él nos está matando, y amenazando todo el sistema de vida. Tenemos que reinventar un nuevo modo de estar en el mundo con los otros, con la naturaleza, con la Tierra y con la Última Realidad. Aprender a ser más con menos y a satisfacer nuestras necesidades con sentido de solidaridad con los millones de personas que pasan hambre y con el futuro de nuestros hijos y nietos.

O cambiamos o vamos al encuentro de previsibles tragedias ecológicas y de seres humanos.Cuando los que controlan las finanzas y los destinos de los pueblos se reúnen, nunca es para discutir el futuro de la vida humana y la conservación de la Tierra. Ellos se juntan para tratar de dinero, de cómo salvar el sistema financiero y especulativo, cómo garantizar las tasas de interés y los beneficios de los bancos.

Si hablan de calentamiento global y de cambios climáticos es casi siempre con esta óptica: ¿cuánto puedo perder con estos fenómenos? O si no, ¿cómo puedo ganar comprando o vendiendo bonos de carbono (compro de permiso para seguir contaminando)? La sostenibilidad de la que hablan no es ni adjetiva, ni sustantiva.

Es pura retórica. Olvidan que la Tierra puede vivir sin nosotros, como vivió miles de millones de años. Nosotros no podemos vivir sin ella. No seamos ilusos: las empresas, en su gran mayoría, solo asumen la responsabilidad socioambiental en la medida en que no se perjudiquen sus ganancias y su competición no sea amenazada.

Por lo tanto, nada de cambio de rumbo, de relación diferente con la naturaleza, nada de valores éticos y espirituales. Como ha dicho muy bien el ecólogo social uruguayo E. Gudynas: «la tarea no es pensar en desarrollo alternativo sino en alternativas de desarrollo».

Hemos llegado a un punto en el que no tenemos otra salida sino hacer una revolución paradigmática; si no, seremos víctimas de la lógica férrea del Capital que puede llevarnos a un fenomenal impasse de nuestra civilización.

La Gran Época se publica en 35 países y en 19 idiomas. 
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Almudena nos felicita

 

CONSEJOS DE ALMUDENA GRANDES PARA SOBRELLEVAR EL 2013.
FELIZ AÑO NUEVO.

Empezamos mal, lo sé. La detestable herencia de 2012 proyecta una borrasca de negros nubarrones sobre nuestras cabezas. Hemos dado sangre, sudor y lágrimas, a cambio de más sangre, de más sudor y de más lágrimas, pero todavía quieren más, aún dicen que no es suficiente. Que, de momento, no van a subir el IVA, así que lo subirán. Que quizás ha llegado el día de revisar el derecho a la huelga, así que lo limitarán. Que tanta manifestación da muy mala imagen de nuestro país, así que buscarán una fórmula para seguir despojándonos de nuestro patrimonio, vendiendo empresas públicas, desmontando servicios, deteriorando la democracia y endureciendo las condiciones de vida de los más débiles, sin que la gente salga a la calle a protestar. Ahora la estupidez sucede al crimen. Nada tan oportuno como este viejo verso de Luis Cernuda para saludar al año que empieza.

Y sin embargo, yo les voy a pedir que sean felices. Que busquen en su interior la llama de una ilusión pequeña, pero tenaz, y la alimenten con mimo durante los 365 días que nos esperan. Que se cuiden, y cuiden a los que tienen cerca. Que sonrían a los adultos, que les hagan cosquillas a los niños. Que canten viejas coplas, alegres o nostálgicas, y bailen agarrados, que se besen mucho, todo lo que puedan, y se esmeren en cocinar platos sabrosos, barrocos, para disfrutarlos juntos en mesas vestidas con manteles blancos. Que aprovechen las mañanas de sol y las tardes de lluvia. Que se muestren orgullosos de su amor. Que lo derrochen.

La amargura nos hará débiles. La indiferencia, la desesperanza, la desunión de las víctimas, fortalece siempre a los culpables. No lo consientan. No les dejen entrar en su casa, emborronar sus paredes, secar sus macetas, acechar el sueño de sus hijos. Sean fuertes, por favor, y sean felices. Porque la felicidad es la mejor manera de resistir.
(Almudena Grandes)

La crisis bien contada

Perros

Transformación

 

9 reglas en la vida de un creativo

En tiempos de cambio

La mente

Al final

Los buenos

Jaque mate

La democracia...

 

Foto: ¿Y quién? ¿Quiénes mandan?  En comentarios: Asun Barasona: Ni el pueblo ni los políticos, los que verdaderamente mandan son los mercados y ahí los hilos ls llevan las grandes corporaciones. Así nos va, somos meras cifras.

 

 

 

Un viaje por el espacio

HISTORIA DE ESTE MUNDO EN 1 MINUTO

Ladran, luego cabalgamos.

 

        Cuando hay mas oscuridad,

la ética y la estética, -unidas-,

resplandecen como un fósforo.

Es la pequeña cerilla que permite

orientarnos para encontrar la escalera:

los sueños imprescindibles.

Los perros ladran porque tienen miedo

y, sobre todo, -no lo olvidemos nunca-

porque son perros.   

                                Alonso Cordel

La verdad

Tu verdad no; la verdad 

y ven conmigo a buscarla.

La tuya, guárdatela. (Antonio Machado)

 

"La verdad es que no hay verdad" (Pablo Neruda)

 

¿La verdad es lo que ocurre mientras la buscamos?

El amor es una trampa


"El amor es una trampa que nos pone la naturaleza; la libertad es una trampa que nos pone la cultura; la sabiduría es el arte de conocer

y desmontar las trampas sin que nos atrape ninguna de ellas."

 

Alonso Cordel